La venta de alimentos ecológicos aguanta la crisis y crece más de un 20% al año
No contienen pesticidas ni aditivos, son más sabrosos y respetuosos con la naturaleza y su calidad es inmejorable. Los alimentos ecológicos están tan de moda que su venta no sólo resiste a la crisis sino que se incrementa más de un 20% al año, según los productores y comerciantes del municipio y la Sociedad Española de Agricultura Ecológica. El crecimiento se produce a pesar de que estos artículos son entre un 20% y un 30% más caros de media que el resto. Los compradores son un público fiel que a pesar de la actual situación económica sigue dispuesto a pagar un poco más por productos más sanos.
Aunque aún son muy escasas las empresas y comercios que se dedican a la producción y comercialización de productos 'verdes', éstas se han multiplicado en los últimos años. Todos coinciden en que su venta está en expansión y que su consumo, lejos ya de ser simplemente una moda, se está generalizando en la sociedad.
En el municipio existen apenas una decena de comerciantes que venden su productos, bien directamente al cliente o través de Internet mediante pedido. Un ejemplo de ello es el dueño de la finca el Sabinar, en Canteras, Ramón Navia. En su catálogo tiene unos 25 artículos que vende a una veintena de familias. «Ellos viene al huerto y, o bien se sirven ellos mismos o me hacen un encargo y yo se lo preparo. El precio es similar al que hay en las grandes superficies, con la salvedad de que de aquí salen alimentos sin productos químicos», señaló este agricultor.
Compra por Internet
Un sistema similar al utilizado por Ramón Navia es usado por la empresa Antiguavidanueva, ubicada en La Puebla. Su gerente es Francisco Sánchez y la diferencia es que la venta de sus productos es sólo por Internet. Crea una ficha al cliente y éste, a través de su web 'www.antiguavidanueva.com' puede, en el momento que lo desee, consultar una lista de artículos que están en ese momento disponibles. Se actualiza semanalmente, según los productos de temporada.
Biosegura es otra de las empresas dedicada a este negocio. Es una cooperativa de socios amantes de los productos ecológicos a nivel regional. En Cartagena tienen dos centros distribuidores: uno en el Paseo de Alfonso XIII y otro en el almacén de la cafetería Terraza de el Sol, en Los Belones. Hasta allí llegan todas las semanas los pedidos por Internet de unas treinta familias. «Nuestros productos llevan certificados de calidad y seguridad que autentifican que son verdaderos productos ecológicos», aseguró uno de los asociados y fundadores de esa empresa, José Espinosa.
Ponen al servicio de sus asociados más de seiscientos productos, de los que entre el 80 y 90% proceden de la Región de Murcia. «El precio de nuestros artículos aumenta alrededor de un 20% con respecto a su valor de mercado. Si son envasados o proceden de otros países, hasta un 50%, pero merece la pena por su calidad», apuntó Espinosa.
A los productos ecológicos le persigue una leyenda, y es que sólo son consumidos por familias con un poder adquisitivo medio alto. «Nada más lejos de la realidad. Nuestros productos tienen precios asequibles y están al alcance de todos los bolsillos, porque entre nosotros y nuestros clientes no existen intermediarios», afirmó el socio de la cooperativa Biosegura.
La Asociación de Ecologistas del Sureste (Anse) también comercializa sus productos a través de su proyecto Coccinela. El sistema es similar al seguido por Biosegura. La venta de sus artículos la hace por Internet. Ambos son pioneros en este mercado que va a más.
Vino, café, queso o aceite.
En Cartagena no sólo se comercializan frutas y hortalizas producidas de forma ecológica. También hay empresas que venden aceite, vino, queso y café de la tierra sin utilizar productos químicos.
Ese es el caso de Cafés Bernal, que produce café ecológico, o de Quesería Artesanal Caprilac, una empresa de fabricación artesanal de quesos ecológicos puros de cabra murciano-granadina, afincada en Cartagena.
Las grandes superficies también se han apuntado al carro de la venta de productos ecológicos. Un ejemplo claro es el de Carrefour, que en el 2002 comercializaba unas 40 referencias y ahora ya ha alcanzado los cien con la incorporación de yogures desnatados, legumbres cocidas o bífidus de soja, entre otros productos, y les dedica emplazamientos señalados en sus hipermercados. El Corte Inglés tiene ya 550 referencias, de las que unas 15 son de marca propia. Eroski ha apostado por las conservas vegetales.
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