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domingo, 19 de agosto de 2012

Ensalada de arroz, bacon y huevo

Ensalada de arroz, bacon y huevo

Ensalada de arroz, bacon y huevo

El arroz es tan versátil como la pasta a la hora de hacer una ensalada, aunque tenemos la sensación de que no se hacen tantas. El primer ejemplo somos nosotros, las elaboramos muy de vez en cuando porque cuando hacemos arroz nos decantamos más por otras elaboraciones, como arroces de paella, risottos, etc. También solemos hacerlas diferentes a las tradicionales que incorporan atún, gambas, pimiento… a ver qué os parece esta Ensalada de arroz, bacon y huevo.

Veréis que es una ensalada muy sencilla, con ingredientes que habitualmente consumimos, quizá hay dos excepciones según donde residáis o los comercios que visitéis. Por ejemplo el escapo de ajo, no se encuentra en todos los mercados, donde sí os aseguramos que lo podéis encontrar es en el Mercado Central de Alicante (en temporada). Casi podemos decir que es más fácil encontrar el zumaque, esta especia poco común en nuestro país, está ya en muchos comercios especializados en la venta de especias, si no lo encontráis podéis omitirlo como ingrediente, o sustituirlo por un poco de piel de limón rallada, aportará más frescor a la ensalada de arroz.

Ingredientes (4 comensales)

350 gramos de arroz, 200 gramos de bacon en taco, 80-90 gramos de maíz dulce, 10 escapos de ajo (se puede sustituir por ajos tiernos ligeramente escaldados si se quieren suavizar), 4 huevos, c/n de cilantro fresco, 1 c/p de zumaque (sumac), aceite de oliva virgen extra, sal.

Elaboración

Puedes utilizar la variedad de arroz que más te guste para las ensaladas, grano redondo o un arroz de grano largo aromatizado como el thai o el basmati. Ponlo a cocer en una olla o cazo con agua y sal hasta que esté hecho, sin pasarse. Vierte el arroz cocido en un colador amplio y refréscalo con agua fría, escúrrelo bien y reserva.

Corta el bacon en daditos pequeños, pon una sartén a calentar, a fuego medio-alto, y haz el bacon hasta que esté doradito, dándole vueltas para que se haga de forma homogénea. Si no tiene mucha grasa, añade un poco de aceite de oliva virgen extra para que tome su sabor, con él se aderezará la ensalada. Cuando el bacon esté hecho, déjalo enfriar.

Prepara los huevos, si quieres puedes hacer huevos duros, aunque si dejas la yema sin cuajar será exquisita mezclada con el arroz, aportándole más cremosidad, está un poco más hecho que un huevo mollet. Para hacerlos así, pon un cazo con agua a calentar, cuando rompa a hervir incorpora los huevos, baja un poco la temperatura y deja cocer unos cinco o seis minutos. Pasado este tiempo, enfríalos rápidamente, pélalos y reserva.

Ensalada de arroz, bacon y huevo

Lava los escapos de ajo y pícalos pequeños, mézclalos con el arroz frío, añade el maíz dulce, el bacon y su aceite, el cilantro fresco picado. Mezcla bien todos los ingredientes y prueba por si es necesario rectificar de sal o si quieres añadir un poco de aceite de oliva virgen extra.

Emplatado

Sirve la ensalada de arroz con bacon en los platos, coloca sobre ella el huevo y espolvorea un poco más de cilantro picado y el zumaque. Invita a tus comensales a que rompan el huevo con la punta del cuchillo, mezclen y disfruten. ¡Buen provecho!

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

Escrito por el 17 agosto 2012   |   Categorías: Entrantes


stagduran
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El Reiki o la falsa sanación espiritual que excluye a Dios criticado por los obispos de EE UU - ReL

El Reiki o la falsa sanación espiritual que excluye a Dios criticado por los obispos de EE UU - ReL

Arte de sanación, curación espiritual o transmisión de energía, son algunas de las caracterísiticas asociadas al «Reiki», un tipo de «medicina alternativa» de origen japonés que en los últimos tiempos se ha aceptado en algunas instituciones católicas en Estados Unidos.

Esto ha llevado a la Conferencia Episcopal norteamericana a publicar un documento bajo el título «Directrices para la Evaluación del Reiki como Terapia Alternativa», advirtiendo de los peligros de esta práctica.

Según este documento «la Iglesia reconoce dos clases de curación: la curación por la gracia divina y la curación que utiliza los poderes de la naturaleza», opciones que «no se excluyen una a otra». Por el contrario, el Reiki «no encuentra apoyo ni en los descubrimientos de la ciencia natural ni en la fe cristiana».

Reiki es una palabra japonesa que consta de dos ideogramas: Rei, que significa «energía del universo» y Ki, cuyo significado es «energía de vida». Significaría, por lo tanto, «energía universal de vida». Sus seguidores lo presentan como un arte de sanación natural por el que se transmite «energía» o «amor» mediante la imposición de manos. El Reiki no dice nada acerca de Dios ni pide a sus practicantes tener una relación con un Dios personal. En el Reiki no se pide nada a Dios: simplemente se ejerce una «fuerza».

Los obispos recuerdan que para los cristianos «el acceso a la curación divina se hace a través de la oración a Cristo como Señor y Salvador» y no de otra manera. Por lo tanto, ya que no hay justificación ni por la fe ni por la ciencia, «un católico que ponga su confianza en el Reiki está actuando dentro del ámbito de la superstición, esa tierra de nadie que no es ni fe ni ciencia».

El documento invita a sacerdotes y fieles laicos a negar la superstición, porque «corrompe el culto a Dios volviendo hacia una dirección falsa los sentimientos y la práctica religiosa».

El texto concluye afirmando que «no sería apropiado que instituciones católicas, como establecimientos sanitarios católicos y centros de retiros, o personas que representan a la Iglesia, como capellanes católicos, promuevan o proporcionen terapia Reiki».

La amenza invisible de la «New Age»
La práctica del Reiki se enmarca dentro del contexto de las terapias y creencias «Nueva Era» o «New Age».

Mucha gente que encuentra fría o excesivamente intelectual a la ciencia o religión organizada, busca complementos afectivos en estas prácticas, más emocionales e individualistas.

El Reiki incluye además muchos elementos de pensamiento mágico, en el que se busca usar y controlar energías impersonales, algo muy distinto a la religión cristiana, que trata con un Dios personal al que no se puede controlar e insiste en la vocación del hombre a servir a Dios y a su prójimo. La insistencia del cristianismo en el servicio, la responsabilidad y la relación personal real casa mal con una civilización narcisista e individualista, terreno abonado para la «Nueva Era».


stagduran
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