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jueves, 10 de mayo de 2012

Fwd: [Unosmomentos] Lecturas del 10-5-12 (Jueves de la Quinta Semana de Pascua)



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De: "Unos Momentos" <nbadano@intermer.com.ar>
Fecha: 10 de mayo de 2012 03:17:43 GMT+02:00
Para: <Unosmomentos@yahoogroups.com>
Asunto: [Unosmomentos] Lecturas del 10-5-12 (Jueves de la Quinta Semana de Pascua)
Responder a: Unosmomentos-owner@yahoogroups.com

 

Unos Momentos con Jesús y María
 

Lecturas del 10-5-12 (Jueves de la Quinta Semana de Pascua)

 
SANTORAL: San Juan de Ávila  
 
 
Lectura de los Hechos de los apóstoles 1, 15-17. 20-26
 
 Uno de esos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos -los que estaban reunidos eran alrededor de ciento veinte personas- y dijo:
 «Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, habla de Judas, que fue el jefe de los que apresaron a Jesús. El era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: Que su casa quede desierta y nadie la habite. Y más adelante: Que otro ocupe su cargo.
 Es necesario que uno de los que han estado en nuestra compañía durante todo el tiempo que el Señor Jesús permaneció con nosotros, desde el bautismo de Juan hasta el día de la ascensión, sea constituido junto con nosotros testigo de su resurrección.»
 Se propusieron dos: José, llamado Barsabás, de sobrenombre el Justo, y Matías. Y oraron así: «Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía.»
 Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles.
 
Palabra de Dios.
 

SALMO Sal 112, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8 (R.: cf. 8)
 
R. El Señor lo hizo sentar entre los nobles de su pueblo.
 
 Alaben, servidores del Señor,
 alaben el nombre del Señor.
 Bendito sea el nombre del Señor,
 desde ahora y para siempre.  R.
 
 Desde la salida del sol hasta su ocaso,
 sea alabado el nombre del Señor.
 El Señor está sobre todas las naciones,
 su gloria se eleva sobre el cielo.  R.
 
 ¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
 que tiene su morada en las alturas,
 y se inclina para contemplar
 el cielo y la tierra?  R.
 
 El levanta del polvo al desvalido,
 alza al pobre de su miseria,
 para hacerlo sentar entre los nobles,
 entre los nobles de su pueblo.  R.
 
 
X Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-17
 
 Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
 Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
 Este es mi mandamiento: Amense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
 No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
 Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.
 
Palabra del Señor.
 

 
 
 
Reflexión   
 
 
 
En el evangelio de hoy, Jesús dice:
 
Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto
 
Jesús había hablado previamente a sus discípulos de su partida, y ellos estaban tristes.
Jesús ahora los invita a estar alegres, a vivir la alegría cristiana. Jesús con su Ascensión al Padre, nos da el fundamento de nuestra alegría. Porque Jesús va al Padre para esperar allí a sus discípulos y unirse a ellos para siempre.
 
Este es el fundamento de nuestra alegría .
 
Nada ni nadie, puede arrebatar al cristiano la causa de la alegría de su vida, pues su alegría no se fundamenta en nada terreno, sino en la seguridad de la felicidad eterna. De que su destino está en el Reino de Dios, y esto nadie se lo puede arrebatar
 
San Pablo nos dice:
ESTÉN SIEMPRE ALEGRES EN EL SEÑOR, LES REPITO, ESTÉN ALEGRES.
 
La alegría es uno de los frutos de la presencia del Espíritu Santo en el cristiano.
 
A qué llamamos fruto del Espíritu Santo?
Los frutos son como la cosecha, el efecto total, el resultado final de la Presencia del Espíritu Santo en el alma.
 
El Espíritu Santo, se manifiesta así, en las actitudes y en las actividades de cada uno de nosotros, poniéndoles a ellas su sello.
 
Estamos cerca de Pentecostés. Ese domingo, celebramos, la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos junto a María en el cenáculo. Nosotros también debemos implorar al Espíritu Santo que venga a nosotros, que cada uno de nosotros pueda tener su propio Pentecostés.
 
Dice la escritura que la mañana de Pentecostés, todos los apóstoles estaban alegres, tan alegres, que algunos curiosos los tomaron por borrachos.
 
Cuando el Espíritu viene, trae consigo la alegría, o mejor dicho, El mismo es la alegría.
 
Y al darse, comunica esa alegría de su ser, a quienes se abren a su venida y a sus dones.
 

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