La Corte Suprema belga ordena a los magistrados que conocen del macro juicio contra los abusos perpetrados por sacerdotes de la Iglesia católica que vuelvan a examinar la validez de las pruebas presentadas por la policía y que en un primer momento habían anulado.
La Corte, estimando la apelación de los abogados de las supuestas víctimas, argumentó que los Tribunales que anularon las pruebas debían haber escuchado a los abogados de las partes personadas antes de emitir su veredicto.
De esta forma, los Tribunales de primera instancia re-examinarán la validez de unas pruebas que podrían suponer la apertura de un procedimiento penal contra los supuestos agresores. Dichas pruebas consisten en abundante documentación obtenida del arzobispado de Bruselas, de la vivienda del antiguo arzobispo y de una comisión de la propia Iglesia que investigó los supuestos crímenes sexuales.
Varios sacerdotes de la Iglesia belga denunciaron que la policía, durante las operaciones en las que recopilaron la citada documentación, les retuvo durante horas sin ningún sustento y que llegaron incluso a abrir tumbas en busca de supuestas cartas de las víctimas.
Como consecuencia de todo ello los jueces declararon que las pruebas eran inadmisibles por haberse sobrepasado la policía, de forma que el juez instructor devolvió la documentación a la Iglesia. Ahora tal vez puedan volver a contar con ella si los jueces que las anularon modifican su criterio y las declaran válidas. (AFP)
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